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La teología es importante para la vida cristiana. Y aunque la teología bíblica está marcada por muchos términos y doctrinas complejos, aún existe lo que J. I. Packer, uno de los principales teólogos del cristianismo, llama "los fundamentos permanentes del cristianismo". Si es cierto que las Escrituras son la predicación y enseñanza de Dios mismo, el primer distintivo de la buena teología es que busca hacerse eco de la Palabra divina con toda la fidelidad posible. Este libro expone de manera breve la esencia permanente del cristianismo, como un sistema de creencias y una forma de vida. La teología es para la doxología y la consagración; esto es, para alabar a Dios y practicar la santidad. Por consiguiente, la teología debe presentarse de tal forma que nos haga conscientes de la presencia divina, y está en su estado más sano cuando se halla conscientemente bajo la mirada del Dios, de quien habla, y cuando canta para su gloria. Dividido en cuatro partes, el libro destaca a Dios como Creador, Redentor, Señor de la gracia y Señor del destino. A medida que aprendas más acerca de las enseñanzas fundamentales de la fe, crecerás en el conocimiento de Dios y lo adorarás como tu Creador, Redentor y Señor soberano.
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SKU 9780825471292 Páginas 288 Autor Packer, J. I. Formato ePub con DRM Fecha edición 2024-03-22 Edición Digital Idioma Español Editorial Editorial Portavoz - Descripción
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La teología es importante para la vida cristiana. Y aunque la teología bíblica está marcada por muchos términos y doctrinas complejos, aún existe lo que J. I. Packer, uno de los principales teólogos del cristianismo, llama "los fundamentos permanentes del cristianismo". Si es cierto que las Escrituras son la predicación y enseñanza de Dios mismo, el primer distintivo de la buena teología es que busca hacerse eco de la Palabra divina con toda la fidelidad posible. Este libro expone de manera breve la esencia permanente del cristianismo, como un sistema de creencias y una forma de vida. La teología es para la doxología y la consagración; esto es, para alabar a Dios y practicar la santidad. Por consiguiente, la teología debe presentarse de tal forma que nos haga conscientes de la presencia divina, y está en su estado más sano cuando se halla conscientemente bajo la mirada del Dios, de quien habla, y cuando canta para su gloria. Dividido en cuatro partes, el libro destaca a Dios como Creador, Redentor, Señor de la gracia y Señor del destino. A medida que aprendas más acerca de las enseñanzas fundamentales de la fe, crecerás en el conocimiento de Dios y lo adorarás como tu Creador, Redentor y Señor soberano. - Opiniones
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